Un entra al Romea i s’espera una obra espectacular: l’escenari és un ring de boxa al vell mig del teatre i una mena encens que fa les funcions de fum envaeix la sala, amb un look que recorda pel·lícules com Toro Salvaje. Potser és el millor moment de l’obra: quan un entra i veu l’escenari on es desenvoluparà un dels èxits de la temporada de teatre.
Animalario s’ha guanyat el respecte de públic i crítica. Avui en dia, tot el que és alabat, tot el que és èxit, en el món de l’art, si d’alguna cosa manca, és de profunditat i qualitat. Només cal veure l’èxit de Millenium, per exemple. Quan els actors surten a escena, l’obra es converteix en una mena de fira de barri. Crits, referents horteres com Raphael i música espanyola d’aquells anys, que particularment ni m’agrada ni em fan gràcia, diàlegs ensopits, bromes inofensives… Molt soroll i crits, però res més. Es podria haver parlat de política, de la societat de l’època, criticar el feixisme, a Franco, com van utilitzar a Urtain i perquè; però no. El gran però és que l’obra la venen com una reflexió sobre aquests anys, però res més lluny de la realitat; no deixa de ser una vista d’ocell sobre la dictadura. L’obra es basa en el disbarat i el gag fàcil; és una obra superficial amb un humor molt espanyol, i una estructura fragmentada estil videoclip (com les sèries actuals). Per entendre’ns: si et fa gràcia o t’agrada Torrente, Muchachada Nui i els actors espanyols que apareixen a Urtain, o ets seguidor de sèries de televisió, segurament l’obra et farà gràcia.
Seran aquests els motius pels quals ha agradat tant? Un en teoria interactua amb l’art per aprendre alguna cosa, una reflexió, un punt de vista, per riure sense fre, per descobrir,…amb Urtain, et queda clar que el pobre home era un titella, cosa que ja sabíem, i poca cosa més. Si comparem l’obra amb The Harder They Fall, Killer’s Kiss, El Perdedor, The Wrestler o la mateixa Toro Salvaje, Urtain queda tan tocada com va quedar el pobre José Manuel Ibar Azpiazu quan va veure que ningú volia saber res d’ell quan ja no era més que un ex-famós borratxo i sense amics. Sembla mentida: quan una obra, ja sigui disc, pel·li, llibre o teatre, agrada a la majoria de la gent que la va a veure…atenció!
Estimado, Daniel, yo presencié la obra “Urtain” el Domingo 1/11/2009 y me agradaría hacer varias puntualizaciones a tu crítica (si me lo permites):
1º- Yo no ví incienso por ninguna parte; el humo (suspensión en el aire de pequeñas partículas sólidas que resultan de la combustión de un material o combustible), es humo, a secas.
2º- A ti, la “especie de humo” te lleva a recordar (primera de tus referencias cinéfilas y no de vida) al ¿look? (imagino que te refieres a lo que siempre se ha denominado “apariencia”) de la película “Toro Salvaje”; a mi me ha recordado a la apariencia que siempre tuvieron aquellas veladas de boxeo (por ejemplo en el “Campo del gas” de Madrid) donde los espectadores de los combates podían fumar a sus anchas, es decir, combates que se dieron a lo largo y ancho del mundo entre los años 30 y finales de los 70, y cuya estética “imitó” Scorsese para dar ambiente realista a su película “Toro Salvaje”.
3º- “Hoy en día…todo lo que es alabado, todo lo que es éxito en el mundo del arte, si de algo carece, es de profundidad y calidad”. Claro, generalizar de manera tan absolutista te lleva a exponer algo tan ilusorio como lo anteriormente expresado; es decir, sería exactamente lo mismo exponer que hoy en día todo lo que es alabado, todo lo que es éxito en el mundo del arte, posee una calidad y una profundidad incuestionable, cosa que a todas luces se nos demuestra más que improbable . Cuando nos manejamos en los extremos (me refiero a tu insistencia en el “todo”) incurrimos en incuestionables injusticias.
4º- ¿Gritos…Bromas inofensivas? “referentes horteras como Raphael y música española de aquellos años, que particularmente ni me gusta ni me hacen gracia”. Obviamente, referentes horteras como hortera y grisácea era la España que refleja la obra, y música española de aquellos años, pues en España no era frecuente (que yo sepa) escuchar música Búlgara de los años 30. Hablo con conocimiento de causa pues nací en el año 43. Por lo que yo alcanzo a comprender, ni al director, ni al escritor, ni a los actores del grupo Animalario les gusta ni les hace gracia esa música, ni esa España, ni esa educación, ni esa oscura etapa de la historia de este País, de ahí que expongan sobre las tablas esa grimosa y casposa ambientación tanto en lo musical como en la forma en que los personajes se relacionan entre sí a base de tacos, palabrería que encubre miedos, y de expresiones malsonantes (en mi opinión, muy ajustada a la realidad de aquellos años, pues ya te dije que yo he vivido esa época, y si en esos años había algo que faltaba en la comunicación entre “hombres” era eso, el sosiego, la afectividad…la ternura).
5º- ¿Mucho ruido y gritos y nada más?. Entre el ruido y “los gritos” yo presencié dolor, mentiras, traiciones, un país que sangraba por la falta de libertad.
6º- “Se podría haber hablado de política, de la sociedad de la época, criticar al fascismo, a Franco, como utilizaron a Urtain y porque, pero no”.La obra “Urtain” nos está hablando de ello . En este apartado…yo no sé si tanto yo, como la mayoría de los espectadores que asistimos a la función y que recibimos en pie los saludos de los actores, vimos otra función. ¿No entendiste por qué utilizaron a “Urtain” (como por otra parte, el poder sigue utilizando a muchos de los jóvenes deportistas de hoy en día, sobre todo si son bellos y sonríen de manera “estética”)?. ¿De verdad, Daniel, no lo entendiste?. En una de las escenas finales, con el manager y el médico de Franco como protagonistas, ambos hablan claramente y sin tapujos de la conveniencia del ensalzamiento del deportista Vasco (“que además está en contra de la independencia de las Vascongadas”).
7º- “La obra se basa en el disparate y el gag fácil”. Un hombre es humillado repetida y sangrantemente por un grupo de “¿amigos?”. La mujer de ese hombre nos cuenta la desintegración total de ese hombre y su relación con él.
Ese mismo hombre vuelve a humillarse en público cuando acude a la redacción de un periódico en busca de su última y engañosa esperanza: una foto con Franco; en esa redacción se nos muetra el horrible destrozo humano, la profunda depresión de un hombre y de su entorno. Todavía tiemblo escuchando esa íntima llamada telefónica a su mujer, con el rostro destrozado por los golpes, esa última llamada al lado claro de la vida. Todavía me estremezco con los cinturonazos que un hombre prodiga a un niño que llora, que grita, que suplica en medio de la locura. Todavía me horroriza el silencio de una apuesta en algun lugar de alguna aldea perdida que tiene como única salida, la muerte.
Podría recordar más momentos como estos…pero “La obra se basa en el disparate y el gag fácil”.
Te aseguro, Daniel, y te aseguro que lo digo desde el máximo respeto, que tu y yo no vimos la misma obra de teatro.
8º- “…si te hace gracia o te gusta Torrente, Muchachada Nui, y los actores españoles que aparecen en Urtain… te hará gracia”. ¿Los actores “españoles” que aparecen en Urtain?. Aquí me pierdo. ¿Los actores de Torrente eran Rusos y los de Muchachada Nui, Ingleses?. Perdona la broma, Daniel, pero no entiendo la propuesta de tu ideario. En cualquier caso me remito al capítulo anterior de mis intervenciones.
9º- ” Si comparamos la obra con The Harder They Fall, Killer’s Kiss, El Perdedor, The Wrestler o la misma Toro Salvaje, queda claro que Urtain…”. Perdóname, pero insisto, sigues estableciendo comparaciones con referencias cinéfilas (estadounidenses) y no con referencias de la vida cotidiana (española). Las anteriores obras que citas (sin duda, espléndidas) tienen poco que ver con la realidad de la España (incluso del País Vasco) que “Urtain” refleja, por el contrario y obviamente, si tienen que ver, y mucho, con la cultura de Estados Unidos.
10º- “Parece mentira: cuando una obra, ya sea disco, peli, libro o teatro, gusta a la mayoría de la gente que la va a ver … ¡atención!”…en este apartado no te voy a rebatir, Daniel, ya se encarga la vida, por si sola, de rebatirtelo. Creo en el arte, pero sobre todo en la vida.
Un abrazo, Daniel.